sábado, 16 de noviembre de 2019

Escuchar no es igual que oír.-


Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que te he pedido.

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme así, no respetas mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mi problema, no respondes a mis necesidades.

 ¡ESCÚCHAME!

TODO LO QUE TE PIDO ES QUE ME ESCUCHES, no que hables ni que hagas. Sólo que me escuches.