Mis maestros han sido las
personas con las que me he rodeado, porque he aprendido de la vida y mis
maestros han sido las experiencias vividas y pasadas.
Como tú construyes tu vida,
será tu muerte. Y ésto, tendría que ser la referencia de cómo vivir bien.
Cuando naces, ya tienes edad
para morir, todo lo demás puede variar, pero la muerte, es lo único que tenemos
seguro.
Deberíamos mirar a los ojos
para quitarnos esa oscuridad y ese espantapájaros que vestimos de miedo, porque en
realidad hay un proceso de morir y un proceso de vivir.
Darle sentido a la vida, equivocándote,
riendo, trabajando, llorando…
Hace tiempo que no tengo
miedo a la muerte, tengo respeto y algo de curiosidad sobre ella…
Vivimos muy poco conscientes
de lo que nos forja por dentro, estamos acostumbrados a nuestro exterior, pero
no a nuestro interior.
Y somos lo que hay dentro, no somos nuestro coche o el
dinero que tenemos.
Pero para darnos cuenta de lo que somos, hace falta un entorno, aprender y trabajar de alguna manera para buscar el
bienestar interior, sin ningún pudor, después de haber experimentado lo que es
el dolor y cerrar bien el proceso de haber vivido.
Cuidar con exquisitez, se
ayuda “estando”, “escuchando”, “atendiendo”, porque hay sufrimientos
innecesarios, que deberíamos aprender a seleccionar el verdadero sufrimiento y convertirlo
en fuerza y paz.
Cuando entiendes que en la simpleza está la grandeza,
aflojamos, no nos exigimos tanto, aceptamos lo que por defecto nos viene en la
vida y vivimos de otro modo.
Aprendamos que la compasión
no es pena…
Que el dolor se puede ir con
morfina…
… y el sufrimiento no se
puede anestesiar.
Carmen Prieto Gómez.-
"Deberíamos mirar a los ojos para quitarnos esa oscuridad y ese espantapájaros que vestimos de miedo". Dicha frase me parece brillante para reflejar la verdad,la cual cada persona no se libra de ella. Excelente para reflexionar, gracias!
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