Alguien que argumenta que “es
muy sincero y muy buena persona porque siempre dice las cosas a la cara; y, si
algo no le gusta, lo suelta”
No, es un síntoma de
inteligencia y de empatía saber cuándo tienes que decir algo y cuándo tienes
que callártelo.
La mal llamada sinceridad
camuflada de falta de educación.
El respeto, empatía y saber
decir las cosas tanto en tiempo como en forma, eso es lo que diferencia las
buenas personas de los mediocres.
Y que se crean que te hacen
un favor diciéndote lo que piensan, careciendo de filtro o inteligencia
emocional, mas, en suma soledad, culpan y culparán a los demás, sin caer en el
amago pensamiento de hacer autocrítica.
Ser totalmente sincero no
siempre es lo más diplomático, ni lo más seguro a la hora de comunicarse con
seres emocionales.
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