Una cosa es ser
sincero.
Otra, ser cruel.
Y cobarde es el
que se escuda en la sinceridad para hacer daño.
Alguna vez, hemos
conocido a un pedazo de pan.
Todos lo decían
y él lo aceptaba, como uno acepta el peso leve de su alma.
A veces se
arrancaba las migas para alimentar los pájaros de las cabezas de los demás, con su generosidad...
Era un pedazo de
pan y, como sucede a menudo, el mundo se lo merendó.
Me entristece
mucho la capacidad humana para hacer el mal.
La facilidad con
la que desechamos, humillamos, rompemos e invadimos...
Pero sé que todavía hay
personas que cuidan y arreglan lo que otros destruyen.
Gente hermosa
por la que el mundo no se ha ido aún al carajo.-
Pero qué bonito es " desmigarse" por los demás... Y dejar esa semillita de bondad.
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