Es el viaje de la memoria por lo que fue y ya
nunca más será, lo que pudo ser, pero no quiso ser, y lo que ojalá fuera,
aunque no seamos nosotros quienes lleguemos a verlo.
Y es que hay gente que cuanto
más recibe, menos agradece.
Es como si creyera que es deber de los demás darle
cosas buenas, como si se olvidara que lo que tiene es un regalo, que un día
podrían dejar de elegirla o de quererla. Porque agradecer es humildad o
grandeza.
El afecto, la empatía, el
cariño, la amistad, el amor son sentimientos que no se pueden forzar, sólo son
de verdad cuando se sienten de corazón y en las entrañas se sienten.
Hay personas que tocan el
alma sin rozar la piel, y cuando llegan lo hacen para quedarse para siempre.
Aunque usted no conozca
mucho de mí, yo sí conozco mucho de
usted…
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